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Estudio revela que dieta mediterránea reduce en 30% riesgo de cáncer de mama

2014-09-02

2 sep (EFE).- “El consumo de alimentos de la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de padecer cáncer de mama hasta un 30%”. Esta fue una de las principales conclusiones del estudio coordinado por la investigadora del Centro Español de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán.

Realizado en más de 2.000 mujeres, la investigación revela que el consumo de alimentos típicos de la dieta mediterránea, como pescado, vegetales, legumbres, frutas y aceite de oliva, muestra “un claro efecto protector” en un subtipo de tumor, el triple negativo, que generalmente es más agresivo.

Según explica Pollán, este trabajo ha puesto de manifiesto que la llamada dieta occidental -productos grasos, carne procesada, dulces y bebidas calóricas- es la más perjudicial a la hora de desarrollar cáncer de mama.

En este sentido, ha alertado de un cambio en los patrones de alimentación de la población infantil española con productos que contienen una mayor carga energética y ha subrayado que los azúcares añadidos deberían empezar a ser considerados tan dañinos como lo fue el tabaco en los años 60.

El estudio EpiGEICAM, financiado por la Asociación Española contra el Cáncer (aecc) desde 2006 con 300.000 euros y desarrollado dentro del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), ha reclutado a 1.017 mujeres recién diagnosticadas de cáncer de mama y a otras tantas mujeres sanas en los servicios de Oncología de 23 centros hospitalarios españoles.

A estas mujeres se les entregó una entrevista que recogía la información sobre su alimentación durante los últimos cinco años, lo que ha permitido distinguir entre tres tipos de dieta.

Esto es, la dieta “occidental” -alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces, bebidas calóricas y bajo consumo de cereales- la “prudente” -productos bajos en grasa, frutas, vegetales y zumos- y la “mediterránea” -pescado, vegetales, legumbres, patatas, frutas, aceite y bajo consumo de zumos y bebidas calóricas-.

“Los resultados han demostrado que el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la dieta occidental, mientras que se reduce en el caso de la dieta mediterránea”, explica Pollán, quien ha señalado también que no se ha podido constatar que la “prudente” esté relacionada ni con una mayor ni con una menor probabilidad de desarrollar la enfermedad.

La dieta mediterránea ha demostrado, además, ser beneficiosa para prevenir los tumores triple-negativos, los más agresivos y para los que por el momento no existe un tratamiento quimiopreventivo.