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¿Cómo enfrentar el estrés de fin de año?

2013-11-28

Detenerse a pensar, planificar lo que se va a realizar y no abarcar más de lo que se puede cumplir, son algunas de las claves que se deben tener en cuenta para no sucumbir a las presiones que plantea esta época del año.

SE ACERCA EL FIN de año y las responsabilidades, el cansancio y las preocupaciones crecen, aumentando los niveles de estrés en gran parte de la población.

“El estrés es una reacción natural, adaptativa y de defensa del organismo frente a una situación de mayor demanda o exigencia, que nos permite mantenernos alerta y activos para funcionar en esos escenarios. Sin embargo, cuando este mecanismo es persistente en el tiempo, nos altera la calidad de vida, generando una serie de consecuencias que se presentan a nivel físico, conductual, cognitivo y emocional”, señala Gabriela Benavente, psicóloga de Psicoestasis.

A nivel físico, el estrés se puede manifestar mediante síntomas como dolores de cabeza o cefaleas, problemas insomnio, ansiedad, trastornos digestivos, contracturas musculares y psoriasis, entre otros signos.

“Emocionalmente, las personas estresadas se pueden mostrar irritables, poco tolerantes y malhumoradas, así como también manifestar ciertos síntomas depresivos, como llanto, angustia, problemas para concentrarse, etc. Asimismo, en términos cognitivos, cuando nos sentimos estresados, tenemos menor capacidad para pensar claramente, mantenernos concentrados y tomar buenas decisiones”, agrega la profesional del centro de salud mental.

Si bien las personas se pueden estresar por diferentes motivos (problemas familiares, laborales, económicos, de salud, etc.), se sabe que no es el evento mismo el estresante, sino cómo es procesado cognitivamente por el individuo. En este sentido, “según cómo interprete la persona la situación a la cual se ve enfrentada, se determinará la respuesta emocional y conductual que va a desplegar. Esto nos permite afirmar que somos nosotros quienes decidimos cómo reaccionamos ante dichas presiones”, explica Gabriela Benavente.

Afrontar las nuevas exigencias

Si bien es común que las personas se puedan sentir estresadas por encontrarse insatisfechos en el trabajo, cuando tienen problemas económicos o sienten que el tiempo no les alcanza, también es cierto que a fin de año hay nuevos factores que se agregan a la “lista” y que los pueden hacer sentirse todavía más tensionados. “Hay una acumulación del cansancio y desgaste físico y afectivo de los diferentes eventos del año y que pueden influir en que nos podamos sentir aún más sobrepasados”, destaca la psicóloga.

Para enfrentar esta situación puntual que se vive en esta época del año, Gabriela Benavente aconseja:

  • Pareciera ser que las personas generalmente recurren a la tecnología para mitigar la tensión o el estrés, ya sea encendiendo la televisión, utilizando sus smartphones o jugando algún videojuego. Sin embargo, las actividades que reportan los mejores efectos para reducir el estrés y que benefician nuestra salud mental, son aquellas que impliquen el contacto con los otros. Destinar algo de tiempo libre para compartir una buena conversación en compañía de nuestra pareja, familia, hijos o amigos.  Aprovechemos estos espacios para expresar cómo nos sentimos, ya que ello nos permite sentirnos apoyados, contenidos y revitalizados.
  • Es innegable que en estas fechas pareciera llegar toda la carga y el estrés, entre el tiempo que debemos destinar a las fiestas de fin de año, comprar regalos, visitar a nuestros amigos y parientes, pasar tiempo con nuestras familias, además del trabajo y otras responsabilidades. Por ello, se sugiere además realizar una lista con todas las “responsabilidades” que tenemos, y ordenarlas de acuerdo a una jerarquía de importancia, desde la más trascendental hasta la más trivial, para así poder administrar de forma óptima nuestro tiempo y planificar nuestros horarios adecuadamente y, en lo posible, delegar tareas para así evitar sobrepasarnos.
  • Resulta oportuno, además, poder hacer una pausa y reflexionar el motivo de nuestro estrés, preguntándonos ¿Es necesario que haga esto?, ¿Por qué me lo estoy tomando de esta forma?, ¿Es posible hacerlo de otro modo? En ocasiones, sin darnos cuenta, podemos exagerar las demandas y problemas, no apreciando los límites de nuestras capacidades. No siempre podemos hacer todo y a veces es conveniente pedir ayuda o decir que no.
  • Tomar una pequeña pausa en el día para respirar profundamente cada vez que nos sintamos tensos. Hay personas que les resulta efectivo realizar yoga, meditar o utilizar técnicas de relajación. El común denominador de estas actividades es que nos permiten “detenernos” y respirar profundo, lo cual finalmente nos ayudará a pensar más claramente, bajar la tensión emocional y tomar mejores decisiones en nuestra vida diaria.
  • Realizar ejercicio también reporta un sinnúmero de beneficios, no solo a nivel físico, sino que también a nivel mental y emocional, ya que nos ayuda a relajarnos y disminuir la ansiedad.